La pasión mantiene viva la llana de la relación sin importar cuán
difíciles sean los retos del matrimonio.
Es bueno despertarse por la mañana y ver
resplandecer una sonrisa en el rostro de la persona que más ama; poder sentir
su aroma, el calor de su cuerpo en un cálido abrazo y decirle, después de un
beso, palabras de amor que sólo ella puede descifrar…
El gran amor consiste en sentir que la otra
persona siente por nosotros el mismo cariño, que existe un intercambio de
buenos sentimientos y una química mágica de ternura que los enloquece a ambos
el uno por el otro…
Es bueno unir-se a alguien que deja de lado los
múltiples ofrecimientos del mundo para acordarse de nosotros y que cambia
alegremente y sin pensarlo cualquier recompensa por nuestra compañía.
¡Esto es la pasión, una fuerza que surge de lo más
profunde el alma, capaz de unir el destino de dos vidas!
Cuando la pasión llega, embota el juicio, se
apropia del cuerpo sin previo aviso y lo envuelve por completo inundando las
arterias del sentimiento, proveniente del manantial de corazón. Cuando la
pasión se adueña de los sentimientos de dos personas se vuelve como un tsunami;
¡una ola gigante que nadie es capaz de detener!
Inácio Dantas
Del
libro “El Secreto de un
Matrimonio exitoso”
Temas
adicionales (Paz, mejor amigo del hombre):
Nenhum comentário:
Postar um comentário