Intercambio de afecto y sinónimo de querer bien.
La
vida en pareja es simbiosis de amor, unión y afecto; por este motivo, él y ella
deben mirarse siempre el uno al otro con ternura, tratarse con admiración y
respeto, multiplicar las caricias y dividir entre ambos la pasión.
La
afectuosidad es amistad, ternura y simpatía; es ser puntal el uno del otro y
transitar lado a lado los caminos fáciles de la vida sin separarse jamás
durante los trayectos difíciles.
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El afecto
es inclinarse hacia el ser amado y brindarle
nuestro
cariño sin pensar en ningún momento en dejarlo en segundo plano; es mirar hacia
el otro y sentirse seguro y protegido en el momento en que llegaran a surgir
las adversidades; es remar en el mismo barco juntos y, ante los vientos de
tormenta, izar las velas de la esperanza y arribar tranquilamente al puerto de
la prosperidad.
La afectuosidad consiste en ser dos almas y un solo
cuerpo puesto que ésta solidifica el amor y vuelve longeva a la unión. Por el
contrario, la falta de afectuosidad trae consigo la indiferencia, la frialdad
en las relaciones y la brevedad de la vida conyugal.
Los matrimonios afectuosos actúan e interactúan en pos
de un mismo sueño y edifican unidos un futuro mejor; sus planes personales, su
trabajo y sus familias convergen en un mismo curso como vertientes de un mismo
río que desemboca en las cristalinas cascadas de la felicidad.
Libro:
El Secreto de Un Matrimonio Exitoso
Inácio Dantas
El Secreto de un Matrimonio Exitoso, por Inácio Dantas - Clube de Autores