Si se equivocó, aprenda de sus errores.
Si ningún remedio amargo tiene eficacia, en la lección más pobre puede haber excelente aprendizaje. Y quien aprende de los pequeños errores de hoy, se prepara para los grandes aciertos de mañana.
Equivocarse es un defecto, una imperfección humana. Todos somos susceptibles, todos somos falibles. Está arraigado en nuestros genes. Es inherente a nosotros…
Aunque no hay quien acierte siempre ni quien no se equivoque nunca, debemos “fiscalizarnos” para no repetir jamás el mismo error.
“Filtre” las cosas buenas y malas que ocurren a su alrededor. Si suceden fatalidades, son prerrogativas del destino. Tomémoslas como referencias de aquello que se debe evitar. Aumentar los aciertos puede lograrse reduciendo errores.
Evite repetir el mismo error y siga adelante, mejorando su estima, aumentando el patrimonio y el placer de vivir.
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Reflexiones oportunas
· Si su vida fuera un camino de piedras, camine con cuidado para no herirse los pies; si su vida fuera un camino de flores, camine con cuidado para ho herís las pétalas.
· Existen palabras que al decirlas son capaces de desarmar los torpedos del odio. Una de ellas es “te amo”.
· Elogie siempre a quien fuera digno, y su dignidad será siempre elogiada!
Inácio Dantas
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