La vida es como un juego. Para ganar la medalla de oro hay que luchar. Siempre. ¿Huir? ¡Nunca!
¡No hay grandes victorias sin grandes batallas!
Esté siempre atento a la evolución del mundo.
Vivimos la globalización, un momento de convulsión de habilidades, de erupción de talentos, de un progreso pujante. Del vientre de la humanidad están chorreando genios e intelectuales.
Excelentes oportunidades están siendo preparadas a quien esté preparado. Cada día las necesidades aumentan y el “planeta queda chico”. Los cerebros están en ebullición. La pelea es dura, pero hay oro para todos.
Es una guerra pacífica. Y ya comenzó. Quien no levanta la frente para ser el primero, puede pasar por último; quien no despierta para la victoria, reposará en el lecho de la derrota.
El mundo quiere “cabezas pensantes”. Una pequeña idea hoy, mañana puede transformarse en óptimo negocio y en gran éxito.
¡Prepárese!
Tenga decisión, ánimo, ahínco. ¡El juego para una vida mejor comenzó!
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· Es arriesgado declarar la guerra a su jefe de no simpatizar con él. Haga consigo mismo un pacto de tolerancia, porque si consigue derrotarlo, se quedará en la calle…
· El cemento, antes de fraguar con el calor, puede moldearse como una masa y dar vida a un edificio. El corazón, antes de secarse con el odio, puede moldearse con el perdón y la convivencia armoniosa: un buen líder no permite que en su equipo anide odios, envidias y resentimientos. La victoria de uno, es una victoria para todos.
· El oro brilla bajo la luz. Pero sólo el que no tiene los ojos entrecerrados puede ver su fulgor. Mantenga los ojos muy abiertos en el trabajo, para que no se le escapen los ascensos…
Inácio Dantas
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